Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

2 de abril del 2025

Vincent Van Gogh brilla en el mundo del arte como un genio del pincel que cambió para siempre nuestra forma de ver los colores. Su arte es explosivo, lleno de emociones y con un estilo inconfundible de pinceladas que parecen bailar en el lienzo. Durante sus últimos diez años de vida, creó cerca de 900 pinturas y más de mil dibujos, todos cargados de una intensidad que pocos artistas han logrado igualar. Sus obras rompieron moldes y abrieron camino para movimientos artísticos que vendrían después.

Lo que hace a Van Gogh aún más extraordinario es que creó todas estas maravillas mientras luchaba contra sus propios demonios internos. Entre episodios de crisis mental, pintó obras que hoy todos reconocemos: «Los girasoles», «La noche estrellada» y sus famosos autorretratos. La gran ironía de su historia es que apenas vendió un cuadro mientras vivía, pero hoy sus pinturas valen fortunas y atraen a multitudes en museos de todo el mundo.

Los primeros años de Van Gogh

Vincent van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Zundert, un pequeño pueblo de los Países Bajos. Su llegada al mundo estuvo marcada por una coincidencia inquietante: un año antes, su madre había dado a luz a un hijo que murió al nacer, y que también se llamaba Vincent. Cada 30 de marzo, cuando celebraban su cumpleaños, la familia también recordaba al niño que nunca creció. Este hecho, aunque nunca se menciona directamente en sus cartas o escritos, pudo haber influido en la sensación de extrañeza y desubicación que lo acompañó toda su vida. Desde pequeño, Vincent mostró una personalidad introspectiva y un temperamento difícil de encajar en la rutina tranquila de su hogar (van Gogh-Bonger, 2018).

Su padre, Theodorus van Gogh, era pastor protestante y tenía una visión disciplinada y estructurada de la vida, mientras que su madre, Anna Cornelia Carbentus, tenía una inclinación más artística y disfrutaba del dibujo y la naturaleza. En casa, la religión tenía un papel central y se esperaba que todos los hijos siguieran principios morales estrictos. Vincent creció bajo esta influencia, en un entorno donde la devoción y la responsabilidad eran valores fundamentales. Sin embargo, también tuvo una infancia en contacto con los paisajes rurales de Zundert, rodeado de campos, árboles y campesinos, escenas que más adelante quedarían grabadas en su obra (van Gogh-Bonger, 2018).

Desde pequeño, su carácter inquieto y su sensibilidad lo hicieron destacar entre sus hermanos. No era un niño particularmente sociable y tenía dificultades para adaptarse a la escuela. A los once años, fue enviado a un internado en Zevenbergen, lejos de su familia, lo que supuso una experiencia difícil para él. A pesar de que su educación tenía como objetivo brindarle estabilidad y disciplina, Vincent no lograba encontrar su lugar en la estricta estructura escolar. Más tarde, continuó su formación en Tilburg, pero su desempeño académico nunca fue sobresaliente. En 1868, cuando tenía 15 años, abandonó los estudios de manera abrupta y regresó a casa, marcando el inicio de un período de incertidumbre sobre su futuro (Sadurní, 2024).

Durante su infancia y primeros años de juventud, Vincent vivió entre dos mundos: por un lado, la severidad de su hogar y la religión que su padre predicaba, y por otro, la fascinación por la naturaleza y el arte que su madre le transmitió. Sin embargo, en esos años aún no tenía claro cuál era su camino. Sus padres esperaban que encontrara una profesión estable, pero su carácter inquieto y su dificultad para encajar en un rumbo definido comenzaron a manifestarse desde temprano. Sin saberlo, esa sensación de búsqueda y desconcierto sería una constante en su vida (Sadurní, 2024).

Primeros pasos en la vida profesional de Van Gogh

Tras abandonar sus estudios en 1868 y regresar al hogar familiar, Vincent van Gogh se encontró en una encrucijada, sin una dirección clara para su futuro. En julio de 1869, gracias a la influencia de su tío Cent, un exitoso marchante de arte y socio en la reconocida empresa Goupil & Cie., Vincent consiguió una posición como aprendiz en la sucursal de la compañía en La Haya. Esta empresa se especializaba en la venta de grabados y reproducciones artísticas, y su red se extendía por varias ciudades europeas (Nicholls-Lee, 2025). ​

Durante su tiempo en Goupil & Cie., Vincent mostró dedicación y un genuino interés por el mundo del arte. En 1873, fue transferido a la sucursal de la empresa en Londres, una ciudad vibrante y en pleno auge cultural. Allí, además de cumplir con sus responsabilidades laborales, Vincent exploró museos y galerías, sumergiéndose en la rica escena artística londinense. Sin embargo, también experimentó una profunda soledad y desamor, especialmente tras una relación sentimental no correspondida, lo que afectó su estado emocional (Nicholls-Lee, 2025).​

En 1875, Vincent fue trasladado a la sede principal de Goupil en París. La capital francesa, epicentro del arte y la cultura, le ofreció una nueva perspectiva sobre las tendencias artísticas emergentes. No obstante, Vincent comenzó a cuestionar la naturaleza comercial del negocio del arte y a sentirse en desacuerdo con la forma en que se mercantilizaban las obras. Esta creciente insatisfacción lo llevó a adoptar una actitud cada vez más crítica y distante en su trabajo. Finalmente, en 1876, su relación con la empresa llegó a su fin, marcando el cierre de este capítulo en su vida profesional (Sadurní, 2024).

Tras su salida de Goupil & Cie., Vincent emprendió un viaje de autodescubrimiento que lo llevó de regreso a Inglaterra. Allí, trabajó brevemente como maestro auxiliar en Ramsgate y posteriormente como asistente de un predicador metodista en Isleworth. Durante este período, su interés por la religión y el servicio a los demás se intensificó, y comenzó a considerar seriamente la posibilidad de seguir una vocación religiosa. Estas experiencias sentaron las bases para sus posteriores intentos de convertirse en pastor y misionero, reflejando su constante búsqueda de propósito y significado en la vida (Nicholls-Lee, 2025).  ​

La evolución artística de Vincent van Gogh

Tras su paso por diversas ocupaciones y ciudades, Vincent van Gogh decidió, a los 27 años, dedicarse plenamente al arte. Sus primeras obras reflejaban una paleta oscura y terrosa, influenciada por maestros holandeses como Rembrandt y por pintores realistas franceses como Jean-François Millet. Un ejemplo destacado de este período es «Los comedores de patatas» (1885), que retrata la dura vida de los campesinos con tonos sombríos y una atmósfera íntima (sull arte, 2017). ​

En 1886, Van Gogh se trasladó a París para vivir con su hermano Theo, un marchante de arte. Allí entró en contacto con las vanguardias artísticas de la época, incluyendo a los impresionistas y postimpresionistas. Este entorno efervescente lo llevó a experimentar con colores más vivos y técnicas innovadoras. La influencia de artistas como Paul Gauguin y Henri de Toulouse-Lautrec se refleja en obras como «Le Moulin de la Galette» (1886), donde se aprecia una paleta más luminosa y pinceladas más sueltas (Nicholls-Lee, 2025).

Buscando una luz más intensa y nuevos paisajes, en 1888 Van Gogh se trasladó a Arlés, en el sur de Francia. Fue en esta región donde su estilo alcanzó una madurez distintiva, caracterizada por colores vibrantes y pinceladas enérgicas. Obras emblemáticas de este período incluyen «La noche estrellada sobre el Ródano» y la serie de «Girasoles», que reflejan su fascinación por la naturaleza y su deseo de capturar emociones a través del color (sull arte, 2017).

Durante su estancia en Arlés, Van Gogh también pintó «El dormitorio en Arlés» (1888), una representación de su habitación que destaca por el uso de colores planos y contrastantes, buscando transmitir serenidad y simplicidad. Sin embargo, su salud mental comenzó a deteriorarse, lo que lo llevó a episodios de crisis. A pesar de ello, su producción artística se mantuvo prolífica, dejando un legado que influiría profundamente en el arte del siglo XX (van Gogh-Bonger, 2018). ​

La relación de Van Gogh con Paul Gauguin y otros artistas

En marzo de 1886, Vincent van Gogh se trasladó a París, donde su hermano Theo trabajaba como marchante de arte. Allí, Vincent entró en contacto con la efervescente escena artística parisina, conociendo a figuras destacadas como Henri de Toulouse-Lautrec y Paul Gauguin. Su relación con Gauguin comenzó en el invierno de ese año, compartiendo debates sobre arte y participando juntos en exposiciones, como la del Café du Tambourin, donde formaron parte del grupo conocido como los Peintres du Petit Boulevard (Fuentes Ortiz, 2024). ​

En 1888, buscando establecer una comunidad artística en el sur de Francia, Van Gogh se instaló en Arlés y alquiló la Casa Amarilla, invitando a Gauguin a unirse a él. Gauguin llegó en octubre de ese año, y durante nueve semanas convivieron y trabajaron juntos. Sin embargo, las diferencias en sus personalidades y enfoques artísticos provocaron tensiones crecientes. Estas culminaron en diciembre de 1888, cuando, tras una acalorada discusión, Van Gogh sufrió una crisis mental que lo llevó a cortarse parte de su propia oreja (Fuentes Ortiz, 2024). ​

Tras este incidente, Gauguin abandonó Arlés y la relación entre ambos nunca se recuperó completamente. A pesar de ello, la colaboración y el intercambio de ideas durante su convivencia dejaron una huella significativa en la obra de ambos artistas. Van Gogh continuó pintando intensamente, pero su salud mental se deterioró progresivamente, llevándolo a internarse voluntariamente en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy en 1889 (Fuentes Ortiz, 2024). ​

 Los últimos días y la muerte de Vincent van Gogh

En mayo de 1890, Vincent van Gogh se trasladó a Auvers-sur-Oise, un tranquilo pueblo al norte de París, buscando estar cerca de su hermano Theo y bajo el cuidado del doctor Paul Gachet. Durante este período, su producción artística fue intensa, creando alrededor de 124 obras en sus últimos dos meses de vida. Sin embargo, su salud mental continuó siendo frágil, y las preocupaciones financieras y personales lo afectaban profundamente. ​

El 27 de julio de 1890, Van Gogh salió a pintar al campo, como solía hacerlo. Esa noche regresó a la posada donde se hospedaba con una herida de bala en el pecho. Aunque los detalles exactos son inciertos, se cree que se disparó a sí mismo. Dos días después, el 29 de julio, falleció a los 37 años, acompañado por su hermano Theo, a quien le expresó: «La tristeza durará para siempre». ​

No obstante, algunas investigaciones recientes cuestionan la versión del suicidio. Los biógrafos Steven Naifeh y Gregory White Smith sugieren que Van Gogh pudo haber sido herido accidentalmente por un adolescente llamado René Secrétan, con quien tenía una relación conflictiva. Según esta teoría, el pintor habría decidido proteger al joven, asumiendo la responsabilidad de la herida. ​

A pesar de las incertidumbres que rodean su muerte, el legado artístico de Vincent van Gogh es incuestionable. Su obra ha influido profundamente en el arte moderno, y su vida continúa siendo objeto de estudio y admiración en todo el mundo.​

Referencias

Fuentes Ortiz, Á. (29 de Mayo de 2024). Muy interesante. Obtenido de Van Gogh y Gauguin, la tempestuosa amistad que costó una oreja : https://www.muyinteresante.com/historia/64908.html

Nicholls-Lee, D. (30 de Marzo de 2025). BBC. Obtenido de «Un vínculo de amistad muy profundo»: la sorprendente historia del ángel de la guarda de Van Gogh: https://www.bbc.com/mundo/articles/c9vywmkz2d3o

Sadurní, J. M. (26 de Marzo de 2024). Historia national geographic. Obtenido de Vincent Van Gogh, un pintor atormentado e incomprendido: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/vincent-van-gogh-pintor-atormentado-e-incomprendido_14554

sull arte, F. (12 de Marzo de 2017). Finestre sull arte. Obtenido de Vincent van Gogh, vida y obra del pintor holandés que batió todos los récords: https://www.finestresullarte.info/es/base-ab-art/vincent-van-gogh-vida-y-obra-del-pintor-holandes-que-batio-todos-los-records

van Gogh-Bonger, J. (2018). A Memoir of Vincent van Gogh. Estados Unidos: ‎ J. Paul Getty Museum.