Artículo de información
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
25 de marzo del 2024
En las costas de lo que hoy son Israel y Palestina, floreció hace más de 3000 años una antigua civilización conocida como los filisteos. Este pueblo, cuya existencia fue durante mucho tiempo puesta en duda y considerada como mítica, dejó sin embargo claras huellas de su presencia en la región de Filistea durante la Edad de Bronce y los inicios de la Edad de Hierro. Las evidencias arqueológicas encontradas, como los restos de ciudades bien planificadas y fortificadas, confirman que los filisteos no eran simples tribus nómadas, sino una sociedad organizada y avanzada para su época (de la Morena, 2024).
Originarios de las regiones del mar Egeo, Chipre y Anatolia, los filisteos formaban parte de los llamados «pueblos del mar», grupos migratorios que se desplazaron hacia el Mediterráneo Oriental por motivos que la historia aún no termina de dilucidar. Sus vínculos culturales con la civilización micénica, evidenciados por restos cerámicos y artesanías, sugieren que estos «pueblos del mar» pudieron haber jugado un papel en el colapso de dicha cultura hacia el año 1200 a.C. Al establecerse en Filistea, los filisteos entrarían en conflicto con los hebreos, como atestiguan los relatos bíblicos sobre Sansón y Goliat (de la Morena, 2024).
Los Orígenes Egeos de los Filisteos
Las evidencias arqueológicas e históricas apuntan a que el pueblo filisteo procedía originalmente de las islas y costas del mar Egeo. Varios pasajes bíblicos los vinculan directamente con la isla de Creta o Caftor, como se le conocía en la antigüedad. Por ejemplo, en Amós 9:7 se afirma que los filisteos «vinieron de Caftor» y Jeremías 47:4 los llama «remanente de la costa de Caftor» (Moreu, 2022).
Pero los filisteos no eran los únicos «pueblos del mar» que llegaron a las costas cananeas. Otro grupo migrante mencionado en las fuentes son los llamados «hijos de Anac», descritos como una raza de gigantes. Según los relatos bíblicos, cuando los hebreos llegaron a Canaán se encontraron con que los «hijos de Anac» habitaban en Hebrón y sus alrededores (Moreu, 2022).
Aunque los filisteos y los «hijos de Anac» son frecuentemente mencionados por separado, algunas teorías plantean que ambos grupos formaban parte de la misma oleada migratoria procedente del Egeo. De hecho, la palabra «filisteo» derivaría del término «peleset», empleado por los egipcios para referirse a estos «pueblos del mar» venidos de las islas (Moreu, 2022).
Esta conexión egea de los filisteos se ve también reforzada por los hallazgos arqueológicos. La cerámica y otros restos materiales encontrados en las ciudades-estado filisteas muestran claras influencias minoico-micénicas. Incluso algunos edificios monumentales como las puertas y murallas recuerdan a la arquitectura de la civilización cretense, lo que sugiere que los filisteos provenían de esa región del Mediterráneo oriental (Moreu, 2022).
Orígenes e Inicios de la Civilización Filistea
El pueblo filisteo era uno de los llamados «pueblos del mar» que llegaron a las costas cananeas alrededor del año 1200 a.C. Aunque su lugar de procedencia exacto es incierto, parece claro que arribaron desde el área del Egeo, como indica su cerámica decorada de estilo micénico. Se cree que eran originarios de las islas del mar Egeo, quizás Creta o el suroeste de Anatolia (Alesso, 2017).
Su llegada a la región palestina coincidió con el colapso de las grandes civilizaciones del Bronce Tardío en el Mediterráneo oriental. Los nuevos grupos migrantes, entre ellos los filisteos, consiguieron establecerse en las costas aprovechando el vacío de poder dejado por esas grandes potencias en decadencia como los hititas, egipcios y micénicos (Alesso, 2017).
Al principio, los filisteos parecen haberse asentado en campamentos temporales y pequeñas factorías costeras. Pero hacia el 1175 a.C. ya habían empezado a edificar las primeras ciudades-estado importantes como Gaza, Ascalón, Asdod, Gat y Ekrón, conformando lo que se conocería como la Pentápolis Filistea. Estas cinco principales urbes estaban amuralladas y bien planificadas, con amplias calles rectilíneas e imponentes puertas monumentales (Alesso, 2017).
Aunque eran un pueblo llegado del mar, los filisteos demostraron una gran capacidad para la construcción y la vida urbana. Sus asentamientos evidencian servicios comunitarios avanzados como alcantarillados, baños públicos e imponentes obras defensivas. Además, desarrollaron una cultura material distintiva reflejada en su cerámica localizada por toda la región palestina (Alesso, 2017).
La Cultura y Sociedad Filistea
Los restos arqueológicos encontrados en las principales ciudades filisteas como Gaza, Asdod, Ascalón, Ecrón y Gat revelan detalles sobre la cultura y forma de vida de este antiguo pueblo cananeo. A diferencia de los hebreos, que eran principalmente una sociedad pastoril y agrícola, los filisteos se caracterizaron por ser una civilización eminentemente urbana y comercial (Santos Alonso, 1772).
Sus cinco ciudades principales formaban una entidad política conocida como la Pentápolis Filistea. Cada una era un estado autónomo gobernado por un rey o líder supremo, pero actuaban de manera confederada cuando había que hacer frente a amenazas externas. Estaban densamente pobladas y bien fortificadas, con sistemas defensivos que incluían imponentes murallas, fosos y puertas monumentales (Santos Alonso, 1772).
En el ámbito económico, la metalurgia y el comercio marítimo fueron actividades clave para los filisteos. Trabajaban activamente la producción de hierro, bronce y otros metales que intercambiaban con otros pueblos a través de las rutas comerciales del Mediterráneo. Su ubicación costera les permitió desarrollar una importante flota mercante y de guerra (Santos Alonso, 1772).
En cuanto a su cultura, los filisteos rendían culto a diversas deidades derivadas de la mitología fenicia y cananea como Dagon, Astarté y Baal. Aunque adoptaron algunos elementos de sus vecinos semitas, mantuvieron su propia identidad étnica y cultural por varios siglos, hasta su paulatina absorción por los imperios asirio, babilónico y persa a partir del siglo VII a.C. (Santos Alonso, 1772).
El Desafío de David ante Goliat
En las antiguas escrituras bíblicas se narra el enfrentamiento entre el joven pastor hebreo David y el formidable guerrero filisteo Goliat. Mientras los ejércitos de Israel y Filistea se encontraban acampados frente a frente, Goliat, un gigante de gran estatura, desafió abiertamente a los israelitas a enviar un campeón para batirse en duelo contra él. Ante su imponente presencia, el rey Saúl y sus tropas se sintieron atemorizados, incapaces de hacerle frente (Martínez de Luna, 2017).
A pesar de su juventud e inexperiencia en la batalla, David se presentó voluntario para luchar contra el coloso filisteo. Confiando en la protección divina, rechazó la pesada armadura ofrecida por Saúl y se enfrentó a Goliat únicamente armado con su honda pastoril y algunas piedras recogidas de un arroyo cercano (Martínez de Luna, 2017).
En un inesperado giro de eventos, David hizo girar su honda y lanzó una piedra con certera puntería, impactando en la frente de Goliat y derribándolo. Aprovechando la oportunidad, el joven se abalanzó sobre el caído gigante y lo decapitó con la propia espada de su adversario, ante el asombro de los filisteos presentes (Martínez de Luna, 2017).
Esta audaz victoria de David frente al aparentemente invencible Goliat supuso un cambio decisivo en el curso de la batalla entre israelitas y filisteos. El triunfo del débil sobre el poderoso gracias a su fe, valentía y astucia ha perdurado como un símbolo de esperanza en los relatos bíblicos (Martínez de Luna, 2017).
El Ocaso de la Civilización Filistea
En los albores del primer milenio a.C., la potente civilización filistea que había florecido en las costas de Canaán comenzó a declinar paulatinamente. Varios factores contribuyeron a su progresivo ocaso como entidad política y cultural independiente en la región palestina durante los siglos VII y VI a.C. (Denova, 2022)
Una de las principales causas fue la creciente presión militar de los imperios asirio, babilónico y persa sobre los territorios filisteos. Las cinco ciudades-estado que conformaban la Pentápolis fueron cayendo una a una ante el empuje de estas grandes potencias del Antiguo Oriente Próximo. Las defensas y riquezas de urbes como Gaza, Asdod o Ascalón no fueron suficientes para resistir los certeros ataques de los invasores (Denova, 2022).
Conforme los distintos reinos filisteos eran conquistados, su población autóctona se vio diezmada, expulsada o absorbida por los nuevos dominadores extranjeros. De este modo, la identidad étnica, cultural y lingüística filistea fue languideciendo progresivamente en favor de la imposición de las costumbres de los pueblos conquistadores (Denova, 2022).
Para el siglo IV a.C., el pueblo filisteo como tal había prácticamente desaparecido, diluido en el crisol de civilizaciones que fue Canaán y el Levante mediterráneo durante la Antigüedad. Aunque su legado histórico y arqueológico perduró, la civilización que un día floreció en las costas palestinas concluyó su existencia independiente tras varios siglos de hegemonía regional (Denova, 2022).
Referencias
Alesso, M. J. (12 de Enero de 2017). E-archivo.uc3m. Obtenido de Los filisteos: la emigración de un pueblo y su instalación en: https://e-archivo.uc3m.es/rest/api/core/bitstreams/9a0aa8e5-f973-4c36-a003-9503f7e49d04/content
de la Morena, R. (24 de Marzo de 2024). Raquel de la Morena. Obtenido de ¿Sabes quiénes eran en realidad los filisteos? Sus orígenes e historia más allá de la Biblia: https://www.youtube.com/watch?v=7XoLa6_2-XQ
Denova, R. (28 de Enero de 2022). World history. Obtenido de Los filisteos: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20490/los-filisteos/
Martínez de Luna, I. (2017). Euskera: David versus Goliat. Sociolingüista, miembro de la comisión de fomento de euskaltzaindia, 108-111.
Moreu, C. J. (23 de Julio de 2022). D1wqtxts1xzle7 cloudfront. Obtenido de Hijos de Kaftor y Anak: El origen de los filisteos: https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/107328420/El_origen_de_los_filisteos-libre.pdf
Santos Alonso, D. H. (1772). Historia verdadera, y exemplar del soldado mas valiente de Juda, el valeroso Sansón, azote de los Filisteos. Murcia: Imprenta y Librería de Francisco Benedito, Calle de la Platería.