Artículo de información
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
9 de febrero del 2024
La intensa y atormentada vida de Vincent Van Gogh estuvo marcada por una lucha constante entre su genio creativo y sus demonios internos. ¿Cómo pudo un hombre que batalló con enfermedad mental tan severa convertirse en uno de los pintores más reverenciados de la historia del arte? Van Gogh vivió apenas 37 años, pero en esa corta vida alcanzó una prolífica producción artística que lo catapultaría a la fama póstuma (Sadurní, 2023).
La historia del icónico pintor holandés es tan fascinante como desafiante. A pesar de sus continuas crisis nerviosas y psicóticas, episodios de automutilación y prolongados encierros en hospitales psiquiátricos, Van Gogh se mantuvo firme en su vocación. Pintaba incansablemente, impulsado por una fuerza interior que lo llevó a generar cientos de obras maestras resonantes en color y emoción. Conozcamos más sobre esta compleja personalidad, su arte inmortal y el difícil camino que recorrió en busca de trascendencia (Sadurní, 2023).
La joven vida atribulada de un genio torturado
Vincent Willem Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en un pueblo holandés. Hijo de Anna Cornelia Carbentus y el pastor Theodorus van Gogh, Vincent fue el mayor de 6 hermanos. Su niñez estuvo marcada por episodios de soledad, tensión emocional y dificultades en la escuela. No fue un estudiante destacado, mostrando poco interés por los estudios formales. A los 15 años dejó la escuela secundaria y pasó un año en el campo, donde descubrió su amor por la naturaleza (Naifeh, 2011).
En 1868 Van Gogh consiguió su primer empleo como vendedor de arte en La Haya. Dos años después fue transferido a Londres, donde comenzó a sentirse profundamente solo y deprimido. Fue despedido en 1873, regresando a vivir con sus padres. Sus primeros trabajos demostraron su incapacidad para ajustarse a las normas sociales y laborales de la época. Ya daba signos de poseer una mente atormentada y solitaria (Naifeh, 2011).
La infancia y juventud de Van Gogh estuvieron plagadas de episodios que anticipaban sus luchas futuras con enfermedad mental y aislamiento. Pero también dejaban entrever su independencia de espíritu y sensibilidad única, que alimentarían su genio artístico (Naifeh, 2011).
Los comienzos artísticos de un autodidacta apasionado
A la edad de 27 años, Vincent Van Gogh trabajaba como ayudante de predicador en una zona minera de Bélgica. Fue en este sombrío paraje donde comenzó a dibujar a los trabajadores y campesinos, marcando sus inicios como artista. Largamente había acariciado el deseo de dedicarse al arte, pero no fue sino hasta 1879 que lo puso en práctica. Van Gogh era principalmente autodidacta, aprendiendo por sí mismo y a través de manuales (Sadurní, 2023).
Sus primeros trabajos fueron escenas de la vida cotidiana, vistas de la naturaleza y retratos de la gente común que lo rodeaba. Empleaba lápices, carboncillo y acuarelas baratas, materiales accesibles para el presupuesto de un principiante. Sus dibujos iniciales carecían de destreza técnica pero contagiaban un sentimiento de empathy con sus sujetos. Para 1880 Van Gogh se trasladó a Bruselas para estudiar arte de manera más formal (Sadurní, 2023).
Aunque sus habilidades mejoraron bajo la tutela de maestros, Van Gogh mantuvo su estilo directo y emotivo, fascinado por capturar la vida de los campesinos y obreros. Sus primeras pinturas al óleo datan de esta época, donde predominaban tonos oscuros. Ya empezaba a vislumbrarse su icónico uso expresivo del color que alcanzaría la maestría años después (Sadurní, 2023).
Una amistad intensa y tormentosa entre dos grandes pintores
A fines de 1888, Vincent Van Gogh extendió una invitación a Paul Gauguin para que se mudara a Arles y trabajaran juntos. Gauguin aceptó y por un tiempo ambos artistas convivieron, pintando y debatiendo acaloradamente sobre arte. La personalidad introspectiva de Van Gogh chocaba con el carácter orgulloso de Gauguin, lo que provocó discusiones explosivas. Sin embargo, durante momentos de calma, pintaron en mutua compañía escenas del entorno provenzal (Chaparro Martínez, 2017).
Durante este periodo surgieron algunas de las obras más famosas de Van Gogh, como “La noche estrellada”. Gauguin pintó “La visión después del sermón”, considerada una de sus obras maestras. Pese a la productividad inicial, la tensión entre los dos creció hasta que en un arrebato Gauguin decidió abandonar Arles. La noche siguiente, Van Gogh cortó parte de su oreja con una navaja, en lo que se considera fue un brote psicótico (Chaparro Martínez, 2017).
El vínculo entre Van Gogh y Gauguin ejemplifica la compleja relación entre dos grandes exponentes del postimpresionismo, cuyo breve periodo de colaboración estuvo marcado por la controversia, pero también por la creatividad (Chaparro Martínez, 2017).
La prolífica producción artística de Van Gogh en el asylum
Durante su estadía en el asylum de Saint Paul en Saint-Rémy, Van Gogh pintó algunas de sus obras más famosas. A pesar de sus episodios psicóticos y depresivos, encontró en la pintura una vía para canalizar sus emociones. En el transcurso de un año, creó unas 150 pinturas (Haranburu Oiharbide, 2014).
Entre 1889 y 1890, realizó varias naturalezas muertas con flores, autorretratos, y paisajes del entorno del asylum, incluyendo el famoso trigal con cuervos que plasma un cielo turquesa y un campo de trigo ondulante. Este paisaje transmite una extraña sensación de inquietud. Otros cuadros importantes que pintó en este período son La noche estrellada y El sembrador (Haranburu Oiharbide, 2014).
Aunque recluido, Van Gogh no dejó de experimentar con color y técnica. Logró infundir una fuerza expresiva a sus obras, convirtiendo la naturaleza en un reflejo de su atormentada psique. El asylum propició su enfoque ferviente en la pintura. Allí pudo crear aislado del mundo exterior, en un entorno de tranquilidad (Haranburu Oiharbide, 2014).
La controvertida muerte de Van Gogh: ¿suicidio o asesinato?
El 27 de julio de 1890, Van Gogh falleció dos días después de recibir una herida de bala en el pecho. Inicialmente se pensó que se trataba de un suicidio, ya que el propio Van Gogh afirmó haberse disparado él mismo. Sin embargo, con el paso de los años surgieron teorías de que pudo haber sido asesinado (Buruma, 2006).
En 2011, los investigadores Steven Naifeh y Gregory White Smith plantearon la hipótesis de que Van Gogh fue herido accidentalmente por unos adolescentes que solían molestarlo, y luego mintió para protegerlos. Se basan en inconsistencias en el caso, como la trayectoria descendente de la bala y el hecho de que Van Gogh no dejó nota de suicidio (Buruma, 2006).
Otros expertos refutan esta teoría, indicando que no hay pruebas sólidas de un asesinato. Sostienen que el ángulo de la herida sí es consistente con un suicidio y que Mintió para protegerlos. Van Gogh ya había sufrido episodios previos de autolesión y angustia mental, por lo que un suicidio encaja con su perfil psicológico (Buruma, 2006).
La muerte de Van Gogh sigue envuelta en el misterio. Mientras no haya nuevas evidencias determinantes, es imposible confirmar si fue victima de una agresión o se quitó la vida él mismo, víctima de sus tormentos internos. Su fallecimiento prematuro privó al mundo de más obras de uno de los genios del arte moderno (Buruma, 2006).
Referencias
Buruma, I. (2006). Asesinato en Amsterdam: La muerte de Theo van Gogh y los límites de la tolerancia multicultural. España: Penguin Random House Grupo Editorial .
Chaparro Martínez, S. (2017). Van Gogh y Gauguin. El genio y la locura. Razón y Fe, 89-100.
Haranburu Oiharbide, M. (2014). Vincent van Gogh-en biografia eta bereizgarri psikopatologikoak. Madrid: Colegio Oficial de Psicologos de Madrid.
Naifeh, S. (2011). Van Gogh: The Life. Nueva York: Random House.
Sadurní, J. M. (28 de Julio de 2023). National geographic. Obtenido de Vincent Van Gogh, un pintor atormentado e incomprendido: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/vincent-van-gogh-pintor-atormentado-e-incomprendido_14554