Artículo de información
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
23 de noviembre del 2023
La inteligencia artificial ha pasado en pocos años de la ciencia ficción a la realidad. Chatbots hiperrealistas, coches autónomos e incluso sistemas capaces de crear obras de arte están dejando de ser conceptos lejanos para formar parte de nuestro presente. Sin embargo, detrás del entusiasmo por sus posibilidades también surgen serias preocupaciones sobre una innovación tan disruptiva.
La IA entraña grandes retos éticos relacionados con la transparencia y explicabilidad de los algoritmos que la gobiernan, los sesgos que podrían reproducir o amplificar, su impacto sobre el empleo y desigualdad o los riesgos para la privacidad y la seguridad. No se trata solo de dilemas teóricos: las decisiones que tomemos hoy moldearán el tipo de futuro tecnológico que queremos legar a las próximas generaciones. En este artículo se exploran los principales desafíos éticos que plantea la IA tanto para empresas como para la sociedad en general.
Una IA ética: el desafío del siglo
La inteligencia artificial (IA) ha experimentado avances sin precedentes en los últimos años. Sistemas de IA como ChatGPT son capaces de mantener conversaciones muy similares a las de los humanos. Sin embargo, su rápido desarrollo plantea importantes dilemas éticos a los que debemos prestar atención (Varios, 2021).
El creciente uso de sistemas de inteligencia artificial en ámbitos como la medicina, los vehículos autónomos o la justicia penal, está generando acalorados debates sobre los límites éticos que deberíamos imponer a estas tecnologías. ¿Hasta dónde deberíamos permitir que una máquina tome decisiones que afectan la vida humana? (Varios, 2021)
La inteligencia artificial promete revolucionar sectores enteros de la economía y mejorar la calidad de vida de millones de personas. Pero también podría tener consecuencias imprevistas para los trabajadores y exacerbar las desigualdades sociales. La forma en que gestionemos su impacto será fundamental (Varios, 2021).
Los rápidos avances en inteligencia artificial y machine learning están suscitando preocupaciones éticas sobre el uso de estos sistemas. Se teme que la IA pueda sesgar decisiones, violar la privacidad de los usuarios o incluso usarse con fines bélicos. Establecer principios éticos sólidos para su desarrollo se ha vuelto una prioridad urgente (Varios, 2021).
Los dilemas éticos de la inteligencia artificial
Es crucial que las empresas implementen sistemas de IA transparentes, donde las decisiones tomadas por los algoritmos sean comprensibles y auditables. Esto permite verificar que los procesos sean éticos y no presenten sesgos. Se debe informar a los usuarios cuando interactúan con un sistema de IA (Moreno Camina, 2023).
El entrenamiento de los algoritmos con datos no balanceados puede generar sesgos y discriminación. Las empresas tienen la responsabilidad de utilizar conjuntos de datos representativos de la diversidad social, así como detectar y corregir posibles sesgos mediante testing riguroso de los modelos de IA (Moreno Camina, 2023).
El uso de datos para entrenar modelos de IA puede poner en riesgo la privacidad de usuarios y trabajadores. Las organizaciones están obligadas legal y éticamente a proteger dichos datos personales mediante encriptación, políticas de acceso y eliminación de metadatos de identificación (Moreno Camina, 2023).
La automatización por IA reducirá algunos puestos de trabajo, por lo que es clave facilitar la transición de los trabajadores afectados. Las empresas pueden mitigar el impacto negativo ofreciendo formación en nuevas habilidades digitales y creando nuevos roles para aprovechar la IA de forma ética (Moreno Camina, 2023).
Las compañías que adopten IA deben designar roles de supervisión ética como “Eticistas de IA” y establecer políticas de gobierno de datos y algoritmos. La transparencia y rendición de cuentas son vitales para generar confianza sobre un uso responsable de estas tecnologías emergentes (Moreno Camina, 2023).
La caja negra algorítmica
Más allá de los aspectos técnicos, es clave abordar las implicaciones sociales y valorativas de los sistemas de IA. Conceptos como la justicia, los sesgos o la privacidad deben analizarse a fondo antes de implementar estas tecnologías (Huet, 2023).
Uno de los mayores peligros es la opacidad de ciertos algoritmos, los llamados “cajas negras”. Si no entendemos cómo una IA toma sus decisiones, no podremos juzgar si son éticas o justas para todos por igual (Huet, 2023).
Otro reto es evitar que las aplicaciones refuercen estereotipos o reproduzcan los sesgos existentes en los datos históricos con que fueron entrenadas. Los expertos abogan por más diversidad de perspectivas a la hora de diseñar estas herramientas (Huet, 2023).
Es importante que los sistemas de IA rindan cuentas y asuman responsabilidad por sus acciones. Pero, ¿a quién atribuir esa responsabilidad? ¿A los programadores, a las compañías, a la tecnología misma? Esta pregunta aún no tiene una respuesta clara (Huet, 2023).
Para que podamos confiar en la IA, es esencial desarrollar mecanismos de monitorización transparentes. Auditorías periódicas, certificaciones externas y la participación de la ciudadanía como “vigilantes” éticos serán cada vez más importantes (Huet, 2023).
Riesgos de la automatización para los trabajadores
Uno de los principales temores con la IA es que destruya más empleos de los que genere, al automatizar tareas antes realizadas por humanos. Es clave analizar qué habilidades serán reemplazables y cuáles no, para así enfocar la capacitación de los trabajadores (ActionsDATA, 2023).
Otro desafío será gestionar la transición laboral de forma socialmente responsable y ética. Habrá que diseñar programas de reciclaje para los más vulnerables, con ayudas públicas para mitigar el impacto sobre estas personas (ActionsDATA, 2023).
Las empresas también deberán trazar hojas de ruta con plazos razonables de adaptación, involucrando a los trabajadores y sindicatos en el proceso. La digitalización no puede servir de pretexto para despidos masivos sin alternativas viables (ActionsDATA, 2023).
Finalmente, es importante abordar el reto ético de cómo distribuir las ganancias de productividad que aportará la IA. De lo contrario, se corre el riesgo de agravar aún más las desigualdades sociales (ActionsDATA, 2023).
Referencias
ActionsDATA. (24 de Enero de 2023). Actions. Obtenido de Los desafíos éticos de la inteligencia artificial: https://actions.es/los-desafios-eticos-de-la-inteligencia-artificial/
Huet, P. (5 de Junio de 2023). OpenWebinars. Obtenido de Ética en la Inteligencia Artificial: https://openwebinars.net/blog/etica-en-la-inteligencia-artificial/
Moreno Camina, D. (18 de Mayo de 2023). Linkedin. Obtenido de Los desafíos éticos de la inteligencia artificial en los negocios: Promoviendo un enfoque responsable: https://www.linkedin.com/pulse/los-desaf%C3%ADos-%C3%A9ticos-de-la-inteligencia-artificial-en-un-david/?originalSubdomain=es
Varios. (21 de Junio de 2021). ReasonWhy. Obtenido de De los sesgos a la manipulación, la cuestión ética es ineludible en el desarrollo de la inteligencia artificial: https://www.reasonwhy.es/actualidad/desafios-etica-moral-inteligencia-artificial-desarrollo-tecnologia